jueves, 2 de septiembre de 2010

El grillo.

La Reina de Espadas, torpemente abandonada a su deseo y a la ceguera de no querer mirar, hablaba una noche cualquiera con el Rey de Corazones, mientras los relojes corrían veloces en sus manecillas, en el doloroso tic-tac que perforaba los oídos y no se acompasaba a sus inquietos latidos...
Sin embargo, de pronto, su irregular plática, su conversación dolorosa por insulsa, más que nada por seguir escuchando esa voz que parecía obrar el milagro del arpa de Bécquer, que rasgaba su armadura interna, la que de verdad la protegía, se detuvo en un punto ingrávido, quizás en el momento en que alguna estrella se apagaba allá en el cosmos...
-Tsssss! Escucha... tssss! Escucha el silencio...
Así fue como el Rey de Corazones impuso el silencio en la noche.
Y así fue como la Reina de Espadas comprendió que, una vez más, había hablado demasiado.
Tan sólo un grillo se atrevió a desobedecerle, y la Reina de Espadas enloqueció con ese sonido.
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Suena: All the right moves, One Republic
Desde mi ventana: un cielo oscuro, aunque con una cierta luz rojiza extraña...

2 comentarios:

  1. Buenas,

    Acabo de descubrir tu blog y la verdad es que es bastante interesante, prometo volver pronto!!

    Saludos,

    -javi-

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  2. La reina de espadas habla mas de la cuenta, la reina de espadas se parece a poetadebotella, el cual pasó por aqui de suerte...:)
    muá

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Pasen y vean.