lunes, 27 de enero de 2014

¿Cómo sobrevivirán los rincones que nunca sabrán que existimos?

Este relato podrás encontrarlo en mi próximo libro: Mi propia ingravidez.

2 comentarios:

  1. Pues yo creo que no sobrevivirán. Se nutren de tí, de mí, de todos y si no nos conocen, morirán de tristeza.

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  2. no sé que pasará cuando todo eso pase. Cuando no haya nombres, quizá el todo se convertirá en uno. No habrá diferencias entre tú y yo y el que vive en Africa. Lo bueno será malo y al revés. Nunca sabremos si era él el que prometió algo o eras tú. Ya nada nos conmoverá, nos hundiremos. Que vida más triste!
    Prefiero prometer y no cumplir a morir en el vacío de la soledad mútua.

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Pasen y vean.